Herencias internacionales: aspectos clave
Cuando una persona fallece dejando bienes repartidos en diferentes países, es fundamental entender la importancia de la residencia habitual del causante y la aplicación del Reglamento (UE) n.º 650/2012, conocido como “Reglamento Sucesorio Europeo”.
La residencia habitual del fallecido es el punto de partida esencial. El Reglamento Sucesorio Europeo establece que la ley aplicable a la sucesión será la del país donde el causante tuviera su “residencia habitual” en el momento de su fallecimiento. No obstante, la definición de residencia habitual puede resultar ambigua, ya que no siempre se refiere al lugar donde el causante pasó más tiempo; también se deben considerar factores como sus lazos personales y profesionales. Así, si por ejemplo, una persona dividió sus últimos años entre una finca en Francia y una casa de playa en España, definir cuál era su “residencia habitual” puede plantear un dilema jurídico significativo. Este concepto debe analizarse a partir de una combinación de elementos objetivos y subjetivos, como el centro de intereses familiares y sociales, el lugar donde se encuentra su vida cotidiana, e incluso aspectos fiscales.
Incluso es posible que las autoridades judiciales de más de un país se consideren competentes para determinar la residencia habitual, lo que puede dar lugar a conflictos de jurisdicción. En estos casos, es fundamental conocer cómo funcionan los mecanismos de cooperación judicial internacional para garantizar una resolución adecuada. Estos conflictos pueden ser particularmente relevantes cuando los herederos residen en diferentes países, ya que sus intereses podrían verse afectados de forma dispar según cuál sea la ley aplicable a la herencia.
Opción por la ley nacional del causante
Además, el Reglamento permite la posibilidad de optar por la ley nacional del causante, siempre que esta elección se manifieste claramente en un testamento o acto equivalente. Esto implica que, si el causante era ciudadano italiano pero residía en Alemania, podría optar por aplicar la ley italiana a su sucesión en lugar de la alemana. Este aspecto es de vital importancia, ya que cada país tiene normas diferentes en cuanto a la “legítima”, es decir, la porción de la herencia que obligatoriamente debe destinarse a determinados herederos. La capacidad de elección de la ley aplicable puede ser una herramienta útil para aquellos que desean asegurar que se respeten sus últimas voluntades según su normativa nacional, evitando así posibles conflictos con herederos forzosos que podrían surgir bajo otra jurisdicción.
La elección de la ley aplicable también puede ayudar a reducir la incertidumbre y a facilitar la planificación patrimonial. En la práctica, es altamente recomendable que las personas que tengan bienes en varios países consulten a un abogado especializado para establecer claramente cuál es la ley aplicable y así evitar sorpresas desagradables para sus herederos. Esta planificación puede incluir la redacción de testamentos específicos para cada jurisdicción, asegurándose de que todos los documentos sean consistentes y conformes con las normas aplicables en cada país.
Por otro lado, la existencia de bienes inmuebles en varios países añade una capa adicional de complejidad. Por ejemplo, si el causante posee una villa en Italia, un apartamento en Berlín y un terreno en Portugal, cada jurisdicción puede tener reglas específicas sobre la herencia de bienes inmuebles, lo cual podría dar lugar a conflictos de leyes. En estos casos, los herederos podrían enfrentarse a procedimientos paralelos en cada país, o incluso a la aplicación de leyes distintas para cada bien. Por ello, contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho internacional privado es esencial para evitar disputas y garantizar que el proceso sea lo más eficiente posible. La gestión de bienes inmuebles en diferentes jurisdicciones implica cumplir con diversas formalidades notariales y fiscales, y es fundamental comprender los requisitos específicos de cada país para evitar sanciones o problemas registrales que puedan retrasar la transmisión de la propiedad.
Certificado Sucesorio Europeo
Otro aspecto relevante es la eficacia del Certificado Sucesorio Europeo. Este documento permite acreditar la condición de heredero o administrador de la herencia en todos los Estados miembros de la UE sin necesidad de recurrir a procedimientos locales adicionales, lo que facilita considerablemente la gestión, evitando la burocracia en cada país donde existan bienes. El Certificado Sucesorio Europeo es especialmente útil en situaciones donde los bienes están repartidos por distintos Estados de la Unión Europea, ya que proporciona un instrumento unificado que reduce la carga administrativa para los herederos. No obstante, el Certificado no es automático, y para su obtención es necesario cumplir ciertos requisitos, así como presentar una solicitud ante la autoridad competente, que podría variar según el Estado miembro.
Cabe señalar que el uso del Certificado Sucesorio Europeo no es obligatorio, pero es altamente recomendable para simplificar el proceso de reconocimiento de los derechos de los herederos. Además, este certificado tiene un valor probatorio en todos los Estados miembros, lo cual implica que no será necesario realizar traducciones juradas o legalizaciones adicionales, lo que, a su vez, contribuye a la celeridad del proceso sucesorio. Aun así, es posible que ciertos Estados miembros planteen cuestiones en cuanto a la interpretación del alcance del Certificado, lo que puede requerir asistencia legal adicional para resolver posibles contingencias.
Asimismo, en el contexto de las herencias internacionales, la planificación fiscal adquiere una gran relevancia. Los distintos países aplican impuestos de sucesiones y donaciones de manera diferente, y en algunos casos, los herederos pueden enfrentarse a una doble imposición si no se gestiona adecuadamente. Algunos Estados cuentan con convenios bilaterales para evitar la doble imposición, pero en ausencia de estos convenios, es fundamental diseñar una estrategia que minimice el impacto fiscal. La valoración de los bienes, las exenciones fiscales aplicables y las posibles deducciones son aspectos que deben analizarse con detenimiento para proteger el patrimonio heredado.
Ante cualquier duda sobre cómo gestionar una herencia internacional, se recomienda buscar asesoramiento legal especializado. En este tipo de herencias, cada detalle cuenta, y una adecuada planificación puede marcar la diferencia entre un proceso sucesorio fluido y uno plagado de obstáculos y complicaciones. En DF Abogados somos especialistas en herencias, incluyendo las herencias internacionales. Contacte sin compromiso con nosotros al teléfono 644 99 09 84.